martes, 18 de agosto de 2015

ARGUMENTO

Durante el período Sengoku, un medio demonio llamado InuYasha roba la Perla de Shikon con el objetivo de convertirse en un demonio completo. Sin embargo, su plan es frustrado por una sacerdotisa llamada Kikyō quien, utilizando sus últimas fuerzas, le dispara una flecha, clavándolo en el árbol sagrado (Goshinboku); dejándolo paralizado y dormido durante 50 años. Posteriormente la sacerdotisa, antes de morir, pidió que su cuerpo fuera quemado junto con la joya.
500 años más tarde, en el Japón actual, Kagome Higurashi, una adolescente de 15 años, sale de su casa hacia la escuela y su gato desaparece junto al pozo que se ubica en el templo de su casa. Al buscarlo ahí, un demonio ciempiés sale del exterior del pozo y transporta a Kagome a la época feudal, 500 años atrás. Allí, al descubrirse que poseía poderes especiales, se la confunde con Kikyō, la sacerdotisa más poderosa de esa época, y se le entrega la perla de Shikon con el objetivo de custodiarla y seguir con la labor de Kikyo.
Lamentablemente, en un incidente provocado por un cuervo la joya fue destruida en miles de fragmentos, que cayeron en distintas partes de la región. Debido a esto, InuYasha (ahora despierto y liberado) y Kagome tienen la misión de recuperar dichos fragmentos antes de que otros demonios los empleen para sumir al mundo en el caos.

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